El 20 de octubre de 1980, hace 45 años, Marvel Comics publicó The Uncanny X-Men #141. Aunque su portada decía "Enero 1981", esa fecha de publicación marcó el inicio de "Días del Futuro Pasado", una saga de solo dos números que se convertiría no solo en la historia distópica por excelencia de los X-Men, sino en una de las más influyentes de todo el cómic de superhéroes.
Creada por el legendario equipo de Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin, esta historia redefinió lo que podía ser un futuro apocalíptico en los cómics.
Un Futuro Sombrío y un Viaje Desesperado
La saga nos transporta a un futuro sombrío (el entonces lejano 2013) donde los Centinelas gobiernan una Norteamérica devastada. Los mutantes y otros superhumanos son cazados y encerrados en campos de internamiento. Con la amenaza de un holocausto nuclear inminente, los pocos X-Men sobrevivientes toman una última medida desesperada.
El plan consiste en enviar la conciencia de Kitty Pryde atrás en el tiempo, al cuerpo de su "yo" más joven, para prevenir el evento que desencadenó todo: el asesinato del Senador Robert Kelly a manos de la Hermandad de Mutantes Diabólicos.
El Legado de un Final Ambiguo
Lo que hace que "Días del Futuro Pasado" sea una obra maestra es su ejecución y su final. La historia se cuenta de forma concisa en solo dos números, dándole un peso y un impacto enormes. Pero lo más importante es que nunca se resuelve por completo.
Aunque Kitty y los X-Men logran evitar el asesinato de Kelly, el futuro queda ambiguo. El senador, a pesar de ser salvado por los mutantes, aprueba igualmente el "Proyecto: Wideawake", el programa de creación de los Centinelas avanzados. El lector se queda con la duda de si el apocalipsis fue evitado o simplemente retrasado.
Esta saga estableció el estándar de oro para las historias de futuros distópicos y viajes en el tiempo en los cómics, influenciando incontables eventos en Marvel y DC desde entonces.